Actividades de Obra - PRELIMINARES

En ésta página iremos colocando y describiendo - con el mayor detalle que sea posible - las diversas actividades que se deben realizar en una obra, durante el proceso de construcción de una edificación. Me gusta aplicar aquí el orden que uno usa profesionalmente, para la elaboración de presupuestos de obra, es decir el ordenamiento por CAPÍTULOS. 


Iniciaremos con las actividades propias del inicio de una obra, contempladas en el Capítulo de PRELIMINARES. Veamos la primera de ellas: La ADECUACIÓN DEL TERRENO.


ADECUACIÓN DEL TERRENO: 

Es muy normal que la primera actividad que desarrollemos en el lugar de la obra, sea la adecuación del terreno.

Presencia de escombros y/o obras existentes: En algunos casos, los terrenos son urbanos y están localizados en áreas de expansión de la ciudad. Como resultado de eso, en sus alrededores se han iniciado previamente obras o construcciones por parte de otros propietarios vecinos, que han dejado basuras o escombros de sus construcciones, en el terreno que iniciaremos la obra. En otros casos, existen obras civiles o construcciones previas que deberemos demoler.

Todo éste material ajeno y extraño, tanto al terreno como a la obra que construiremos, debe ser retirado antes de que iniciemos cualquier otra actividad.

Adecuación en zonas rurales y/o en laderas: Si el terreno se encuentra en zonas rurales montañosas o urbanas en ladera, seguramente deberemos hacer un terraplén para construir nuestra obra.

Hoy existen - en casi todos los países - normas ambientales de obligatorio cumplimiento y por esa razón, seguramente habremos realizado - previamente - los trámites necesarios para obtener los permisos de las autoridades competentes.

Usualmente, las normas exigen que deben hacerse estudios de mitigación de los impactos ambientales, que puedan resultar de nuestras actividades de obra o por la existencia misma de una obra, en un lugar determinado.

Si en el terreno existe algun cuerpo o vertiente de agua, seguramente deberemos tener en cuenta las distancias reglamentarias para no afectarlas, y en todo caso, las actividades de adecuación del terreno a la obra futura no debe contaminarlas ni alterarlas, en ningún sentido.

Los terrenos de ladera plantean algunos retos a resolver, como por ejemplo la estabilización de taludes, o la construcción de muros de contención. También el control y manejo de las aguas de escorrentía, que pueden hacer un daño considerable a las obras o edificaciones, que se construirán en el terreno.

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